17 marzo 2010

.....CONTINUANDO CON LA CHARLA SOBRE ESCUELAS DE CAMPO Y POLÍTICAS SOBRE PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO


Continuando con la charla - debate iniciada en una anterior entrada, la Arqueóloga Maria de los Angeles Muñoz Collazos, Directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas y Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón, nos envió estos comentarios sobre lo discutido en torno a las "Escuelas de Campo", a las normativas nacionales y a los avances de Cochabamba en favor de mejorar la gestión sobre el Patrimonio Arqueológico:


"Celebro que el intercambio que se llevó a cabo en el Facebook se trasladara a este espacio de mayor amplitud, porque me permite expresar algunas opiniones y propuestas desde Cochabamba.
Concuerdo con Dante y Carlos en que la continuación de las escuelas de campo y la investigación que realizan, no ayudan para cambiar la situación de la “incipiente arqueología boliviana” y con Dante en que los problemas y limitaciones interpretativas, nada tienen que ver con éstas. Sin embargo no estoy de acuerdo en algunas concepciones centralistas, etnocentristas (y algunas actitudes de colonialismo interno también, por qué no decirlo), que poco favor le hacen a nuestra arqueología y su institucionalización.
Percibo lo anterior (y esto desde algunos comentarios previos del propio blog y las noticias últimas de la prensa), cuando el problema de Tiahuanaco se vuelve prácticamente UNAR=Tiahuanacu; cuando Carlos dice “la SALP no aceptará escuelas de campo de pregraduados en Bolivia" (SALP=Bolivia), cuando arqueólogos de La Paz se pasean investigando por los diferentes Departamentos (con extranjeros y con y sin escuelas de campo), ignorando instituciones existentes (o rezongando de ciertas normativas que se les exige a aquellos) o a personas valiosas preocupadas en nuestro patrimonio; o cuando Dante dice “que “la universidad como una alternativa es poco o nada consistente” y que “no es un polo de nada ahora, la UMSA?, UMSA=Bolivia?, ó cuando se habla de los profesionales (paceños?), “la mayoría de los cuales están a la caza de proyectos de arqueología de contrato para poder subsistir”.
Admito que algunos de estos últimos, son problemas reales de la arqueología boliviana, pero creo que son especialmente de La Paz, a lo cual debe sumarse –entre otros-, el faccionalismo entre diversas instituciones que tienen que ver con ella, pues realmente no podemos hablar de una arqueología de cada Departamento, que más bien debiéramos coadyuvar a crear.
Por otra parte y volviendo a las cuestiones que por lo visto a todos nos preocupan, quiero expresar que no veo contradicción profunda entre las posiciones del debate, y más bien me alegra mucho este estado de alerta sobre nuestra propia situación institucional, considero que en ese sentido “la incipiente arqueología boliviana” al no estar tan contaminada, podría resultar en una fortaleza que debemos apuntalar todos.
La posición de Dante no es radical, es digna, y por lo visto no está en contra de las escuelas de campo e insiste en que “de lo que se trata es que estos (y otros) proyectos pasen al menos por algunos requisitos básicos…, establecer las reglas del juego, donde se respeten los derechos de todos y se ponderen adecuadamente atribuciones y responsabilidades”.
Por su parte Sonia defiende “que todo estudiante interesado en la investigación debe ser bienvenido en Bolivia y “tutorizado” (según reglamento básico, imagino).
Si bien en un sentido es cierto Carlos, que la Universidad tiene limitadas capacidades (financiamiento para investigación, laboratorios), en muchos otros, tiene potencialidades enormes que no son aprovechadas precisamente por los profesionales mismos. No sólo “normativamente está en posibilidades… (de) poder participar en la gestión de investigación en cualquier entidad arqueológica, no solamente Tiwanaku”, sino que este respaldo institucional es crucial –entre muchísimos otros - para generar y promover políticas serias de investigación que a la larga puedan redundar en políticas nacionales. Hace unos 3 años escribí a ti y a Claudia Rivera con todas estas ideas para un Foro entre todos, pero como nunca se concretó, tuvimos que marchar de forma independiente.
En ese sentido, en la “Universidad” de Cochabamba, con la experiencia de años de representar al Estado en el tema arqueológico y ser a la vez la “U” (vertientes que nos permiten visualizar con mayor amplitud desde esta “periferia” los problemas nacionales de nuestra ciencia) y con una posición ideológica muy clara respecto al colonialismo científico externo e interno y los atropellos que hemos sido objeto durante muchos años, a principios del 2009 hemos elaborado –aparte de otros-, un Protocolo de Proyectos de Investigación Externos, que lo inscribí como la ponencia “Hacia una mayor institucionalización y una arqueología más digna. Protocolo de Proyectos de Investigación del INIAM-UMSS” (con la previa parte teórica correspondiente), el año pasado en el II Congreso de Arqueología boliviana y que lamentablemente por razones que algunas personas muy bien conocen, me ví en la obligación de retirarla y, en alusión a Carlos sobre las intervenciones y el beneficio del CV de los Co-Directores, la necesidad de un Consejo Académico y otros temas, también retiré la ponencia “Reflexiones sobre los Usos Sociales de la Arqueología y el papel del Arqueólogo”; lamento mucho esta situación, pues las llevaba precisamente para un debate constructivo, que nos hubiera permitido ya hace casi un año empezar esta discusión.
Pero como no se trata de biografías, sino de cuestiones mucho más profundas y de presentar propuestas, quiero comunicarles que ayer he subido a nuestra nueva página Web
www.museo.umss.edu.bo el protocolo mencionado (favor no criticar nuestra incipiente página, misma que estamos en construcción y la iremos alimentando paulatinamente), para que –si así lo consideran-, pueda ser un punto de partida en todo lo que nos toca construir hacia la institucionalización (y dignificación) de la práctica de nuestra ciencia y también como alguna respuesta a Dante, claro! que se pueden hacer muchas cosas en conjunto, nosotros mismos, para nuestro país. Las partes resaltadas en rojo de nuestro Protocolo, no las quise borrar, pues fueron añadidas a fines de 2009; sin embargo este protocolo ya ha funcionado el año pasado y ha sido suscrito por Tim Mc Andrews-Claudia Rivera y Christian Isendahl-Walter Sánchez.
Por otra parte, no concuerdo con Sonia en que las Universidades se encarguen del tema arqueológico, debe haber una instancia nacional fuerte, que lo regule, pero una instancia que la propongamos seriamente nosotros, Dante, creo que un Consejo académico pequeño que coadyuve en ello no es tan difícil visualizar, compuesto por profesionales con un grado mínimo de maestría, y/o representativos de las instituciones y sectores competentes, que evalúe por ejemplo las partes que en nuestro protocolo (sin que esto se entienda como que queremos imponerlo) se llaman “Para iniciar el Proyecto” y “previa salida a campo” y luego por ejemplo, el Co-Director designado por el Consejo, en coordinación con éste hará el seguimiento de “en campo” y “al término de campo”, para, al final, entre todos, junto a los personeros de esta nueva institución, poder evaluar el proyecto completo, incluido “de manera obligatoria” y temporada. La institución también regularía (por ejemplo) a arqueólogos que, aunque estudien en La Paz, sean de otro departamento y que puedan ejercer –de acuerdo a la Constitución- en Prefecturas y/o Alcaldías en su Departamento, al menos en tanto no existan instituciones departamentales específicas, lo que favorecería una descentralización coordinada y supervisada, pues de todos modos los proyectos serían evaluados y estos arqueólogos podrían ser los Co-Directores respectivos. Todo lo anterior como humildes sugerencias y entre miles de cosas que podrían irse viendo…., nuevamente si así lo consideran.
A tiempo de pedir mil disculpas por lo extenso de este escrito, les recuerdo que no es bueno dejar todo al Estado y/o autoridades, que no es bueno elaborar políticas unilateralmente, pues se vuelven estériles, que los temas que nos ocupan no son solo leguleyos o academicistas, sino que pasan por lo epistemológico y, por qué no repetirlo, por lo ideológico".
Con respecto al comentario de Dante (ver abajo comentarios),
María de los Angeles nos escribe:
A riesgo de que esto se convierta en diálogo, permítanme decir nuevamente, que el Sistema Universitario es “Nacional”, por ejemplo, desde el INIAM-UMSS, el Plan de Gestión como Directora que presenté para mi postulación al cargo, incluye la “Maestría en Antropología: Identidades Plurales en Bolivia”, cuya estructura, pensum, etc., estamos ya construyendo desde hace algunos meses, con los integrantes del “Seminario Permanente en Antropología”, que instauré con varios investigadores a principios del 2009 como un espacio de reflexión y debate, y que funciona de manera permanente, como su nombre lo indica; maestría que tenemos planeado lanzarla el próximo año. Asimismo Dante –y me alegra lo que mencionas-, más adelante el Plan incluye la formación en Arqueología, en términos –NO de abrir una carrera como tal, no se trata de hacer competencia o excluir a la UMSA ni mucho menos-, sino de Dos programas (bi o trianuales) especiales de Licenciatura Internacional en Arqueología (para no librar al mercado de trabajo, decenas de profesionales que se encuentra en la situación que referiste previamente), pensado con docentes de Bolivia, México, Perú, Chile, ojalá Colombia y Argentina, e investigadores extranjeros que han realizado trabajos remarcables en nuestro país y con alumnos (ojalá) de todo el país.
Estos son, desde la UMSS (parte del Sistema Universitario), los propósitos a corto y mediano plazo, que –si no se presentan mayores obstáculos y las gestiones de financiamiento lo permiten -, quisiéramos concretarlos contando también para ello, con el concurso de todos ustedes y de aquellos profesionales que de buena fé, quieran hacerse partícipes.

08 marzo 2010

ESCUELAS DE CAMPO : ¿NEGOCIO?, O UNA MANERA MÁS DE FINANCIAR EL TRABAJO EN ARQUEOLOGIA


Desde que Alan Kolata abriera los sitios bolivianos a la exploración e investigación extranjera en Bolivia, numerosos proyectos arqueológicos han desarrollado trabajos en los principales sitios arqueológicos de Bolivia: Lukurmata, Tiwanaku, Pajchiri, Chiripa, Khonkho Wankane, Samaipata, Wankarani, la Joya, etc., empleando para ello - en la mayoría de los casos - estudiantes post - graduados. Es recién a partir del año 1998 que a instancias del proyecto emprendido por la Universidad de Pittsburg se inician las denominadas "Escuelas de Campo", que promueven la llegada de estudiantes recien ingresados a esta universidad para hacer sus primeras experiencias de excavación. Años mas tarde se implementaría la poco afortunada escuela de Campo de Harvard en Tiwanaku y las escuelas de Campo en Charazani, Obrajes (Oruro) y Parotani dirigidos por los arqueólogos lgraduados en la Universidad de Pittsburgh Alconini, Baule, Mc Andrews y Rivera, respectivamente.

Recientemente Dan Sandweiss ha publicado una serie de ofertas para escuelas de este tipo, en las que se cobra hasta 6.000 dólares por estudiante, para una experiencia de 6 semanas, que en algunos casos incluye tours por diferentes sitios , lugares y museos del país.

Una de estas escuelas es la de Christine Baule (Universidad de Hawai), arqueóloga graduada de la Universidad de Pittsburgh, cuya escuela se promueve a partir de un sitio web que indica que tales experiencias se vienen dando desde el año 2005 con el apoyo de estudiantes y arqueólogos bolivianos. Averiguando un poco, nos enterarnos que Baule no contó con el permiso de la Unidad Nacional de Arqueología para implementar esta escuela, ni para la que ahora publicita en internet.

Hace poco publique en facebook una frase que indicaba que "La SALP no aceptará escuelas de campo de pregraduados en Bolivia", la cual trajo como resultado un interesante debate sobre la pertinencia de permitir o reglamentar el trabajo de este tipo de escuelas de campo en el país. A continuación reedito algunas de las opiniones más importantes que se presentaron en ese espacio virtual:

Sonia Avilés (Arqueóloga Boliviana graduada en la Universidad Mayor de San Andrés que actualmente hace un curso doctoral en Italia): "No estoy de acuerdo, en Bolivia practicamente no hay arqueologia, yo dudo de todo, hasta de las pocas dataciones que se han hecho en sitios de importancia como Tiwanaku, porque cerrar las puertas a estudiosos, aunque sean estudiantes tienen interes, se puede hacer algo conjunto para evitar perjuicios, pero cerrar posibilidades de investigacion no me parece bueno para una arqueologia incipiente casi inexistente como la nuestra"

Dante Angelo (Arqueólogo Boliviano graduado en la Universidad Mayor de San Andrés que actualmente se halla culminando su tesis de doctorado en la Universidad de Stanford): Querida Sonia, no se trata de "bloquear" iniciativas/posibilidades de investigacion, como pareces sugerir. De lo que se trata es que estos (y otros) proyectos pasen al menos por algunos requisitos basicos en terminos de su posterior preservacion y conservacion de sitios (y materiales exhumados!). Si tu objecion tiene que ver con la incipiente arqueologia boliviana, pues, bueno, el hecho de que sigan viniendo escuelas de campo en las que existen escasas posibilidades de participacion - por restricciones de dinero que las hacen solo accesibles a "estudiantes interesados" que puedan pagar el costo de las mismas, muy arriba de los 1,000 dolares, por cierto - de estudiantes bolivianos (o sus profesionales), no ayudara mucho para cambiar la situacion. Como dices, se podria hacer algo en conjunto, si. Pero a que conjunto te refieres? tomando en cuenta que las instituciones a cargo del asunto, tipo UNAR o la misma Universidad parecen prestarle poca atencion o ser completamente indiferentes a este tipo de, digamos, situaciones. De hecho hay un monton de cosas que se podria hacer; sin ir muy lejos, ademas de impartir viajes que buscan familiarizar con la arqueologia y sus metodos a sus curiosos e intrepidos estudiantes, avidos de experiencias estas escuelas deberian prever el incluir un grupo de estudiantes bolivianos (que tanto necesitan la practica) dentro de su equipo, por supuesto exceptuandoles de tales pagos que, para cualquier estudiante alla suena a cifra astronomica. Por otra parte, me gustaria preguntar a Carlos, como la sociedad SALP podra lograr impulsar una legislacion y normativas ausentes y altamente necesarias al respecto, especialmente ahora que, por lo que se ve en las noticias, la misma UNAR esta en un proceso de crisis? Existen algunas opciones? Esta crisis institucional de la UNAR, por supuesto, tiene que ver con lo que vos, Sonia, dices: escasa atencion del estado a la arqueologia, insuficientes incentivos para investigacion entre los profesionales, la mayoria de los cuales estan a la caza de proyectos de arqueologia de contrato para poder subsistir (y otros mas que solo subsistir, por supuesto), exilio de profesionales que - por las mismas razones - tiene que buscar alternativas en otros lugares... etc. etc.En fin, la discusion es amplia.

Carlos Lémuz: Concuerdo con Dante, las escuelas de campo, con estudiantes noveles de primer curso no van a reportar absolutamente nada para el desarrollo de la arqueologia Boliviana. El Patrimonio arqueológico Boliviano esta en la información que se debe obtener y entregar al estado a cambio de destruir el registro estratigrafico o mejor la cultura material. Si esta información no se obtiene adecuadamente y no se entregan informes de calidad, el paso de este tipo de intervenciones sólo habran beneficiado al Cv del o la Directora y en poco o nada al valor arqueológico o patrimonial del estado boliviano.Creo que primero se debe cumplir la legislación vigente que impide que estas escuelas puedan operar con personal sin el conocimiento mínimo para efectuar intervenciones en sitios arqueológicos y luego ver de cambiar esta norma por otra mucho más fina y mejor articulada e instrumentada que contemple las lecciones que hemos aprendido en estos últimos años. para ello se requiere del concurso de todos. Eso es lo que yo pienso que Zulma debe llamar "Limpiar y ordenar la casa"

Sonia Avilés: ¿Y cual es el consejo cientifico que evalua quien esta en grado de hacer investigacion o no en Bolivia? Ese es el nudo de la cuestion, y mientras ese consejo cientifico no se conforme estamos en una situacion empantanada. Continuo afirmando que todo estudiante interesado en la investigacion debe ser bienvenido en Bolivia y tutorizado.

Carlos Lémuz: Creo que no se ha indicado nada sobre un "Consejo Científico", ni tampoco que no puedan venir estudiantes a investigar, de lo que se trata es de que cualquier proyecto que venga a Bolivia cumpla con ciertos requisitos, que se atengan a la normativa vigente. En el futuro se verá de pulir esta normativa y establecer requisitos para "escuelas de campo". En lo personal creo que quienes vengan a investigar con metodos arqueológicos de campo, principalmente deben estar familiarizados con estos y que deben demostrarlo a través de documentos proporcionados por sus universidades dentro de un plan de estudios especializado. Dejar que quien sea venga a excavar es no solamente inviable sino que viola la normativa basica y varios principios de nuestra Constitución Política del Estado.
Respeto tu insistencia, pero no veo que pueda ser sustentable

Maribel Pérez (Arqueóloga graduada de la Universidad Mayor de San Andrés, actualmente culmina un doctorado en la universidad de Pittsburg): Las medidas radicales nunca perduran, en parte concuerdo con Sonia, pero sin fomentar "escuelas de campo de aventura" queremos que se siga haciendo investigaciones en Bolivia, pero dentro del marco de la ley y el orden y dentro de un plan de trabajo controlado por las autoridades correspondientes tanto locales como del estado y respaldado por los directores de campo que al final son los que tienen que dar la cara despues de cada temporada de campo.

Dante Angelo: Personalmente no veo nada de radical el intentar establecer las reglas del juego en una competencia academica de por si desigual y ante una legislacion caduca que pide a gritos ser revisada y acomodarse a los tiempos. Seria simplemente justo el que estas escuelas de campo - precisamente por su caracter educativo - sean organizadas (y ojala diseñadas) con la participacion de profesionales bolivianos, y que vayan mas alla de beneficiar a estudiantes que pueden darse el lujo de poder cubrirse gastos de participacion en estos (y que muchas veces terminan odiando el hacer arqueologia, el haber tenido que soportar ciertas condiciones de su estadia -pobreza, etc.-, llegando incluso a deplorar las mismas sin reconocer las relaciones de poder que generan las mismas, es decir, sin un minimo sentido antropologico) puedan tambien ser de beneficio en la formacion profesional de estudiantes que no gozan de estas condiciones. Me parece justo que, al proveer la oportunidad de optar una "experiencia de campo" de la cual ciertamente se benefician (academicamente y, por que no decirlo, economicamente), puedan tambien ofrecer la posibilidad de acceso a conocimiento, generalmente restringido en nuestras universidades? Contrariamente a lo que algunos puedan interpretar, no estoy en contra de las escuelas de campo, pero no concedo la posibilidad de que estas no hagan mas que reproducir los mecanismos de exclusion al conocimiento basados en el simple hecho de tener o no el acceso economico. Ademas, me parece que ya va siendo hora de que los proyectos de investigacion en arqueologia, especialmente aquellos extranjeros, respondan a ciertos lineamientos basicos en busca, precisamente, de fortalecer el desarrollo de la disciplina en el pais.Tus observaciones, Sonia, abren muchos mas puntos al debate que simplemente declararse a favor de la investigacion. Lo ultimo suena muy bien, en una perspectiva liberal que siempre se ampara en normativas de ley y orden; casualmente, es precisamente el cuestionamiento de estas normativas, muchas veces caducas y obsoletas o insuficientes, lo que para mucha gente suena 'radical'. El tema es ciertamente complejo, con o sin consejo cientifico (quienes lo conformarian? quienes elegirian ese comite cientifico? etc. etc. es lo mismo que tener co-directores de campo que nunca hacen/ni hicieron nada ) y es mas complejo aún ahora que la UNAR esta atravesando probablemente la peor crisis en años... algo quizas necesario. Personalmente, sin embargo, estoy convencido de que tener mas investigacion de la que se hace en estas escuelas de campo no va a contribuir a mejorar - lo que llamas - "inexistente e incipiente arqueologia" el pais. Mis disculpas por lo extendido del texto.

Debo decir Carlos, sin embargo, que quizas es necesario que amplies tu punto de vista en cuanto a cómo la SALP sociedad SALP piensa impulsar la revision (y ojala el cambio) de una legislacion y normativas ya obsoletas y la insercion de estos y otros temas ausentes pero necesarios? Cuales son las opciones?

Sonia Avilés: La Universidad por ejemplo es un polo cientifico que hay que fortalecer, los concursos donde tienen que prevaler experiencia, formacion, publicaciones

Tiwanaku tiene que estar bajo la administracion universitaria a cargo de la carrera de arqueologia con un laboratorio adecuado, con acceso a los estudiantes y profesores e investigadores que coordinen los proyectos, sean nacioneles o extranjeros.


Carlos Lémuz: Estimada Sonia: La Universidad tiene limitadas capacidades, aunque normativamente esta en posibilidades, de merced a alianzas estratégicas, poder participar en la gestión de investigación en cualquier entidad arqueológica, no solamente Tiwanaku. Todas las universidades, museos e incluso gobiernos departamentales y municipales estan facultados a promover y proteger el patrimonio arqueológico y cultural dentro de sus jurisdicciones. Los Gobiernos departamentales pueden hacerlo a partir de la creación de Institutos de Investigación (que esta dentro de sus atribuciones desde la Ley de Descentralización) y mucho más con la actual CPE. Por otro lado los Gobiernos Municipales tienen similares atribuciones, pero estos pueden actuar a partir de lo Museos Municipales , que tienen atribuciones para esto. Experiencias del uso de estas atribuciones se las puede ver en el Municipio de La Paz (Gestiones 2007 y 2008), Santa Cruz (Prefectura), Oruro, Chuqisaca y de alguna manera en Potosí. La Universidad (UMSA) debe actualizarse para estar a la altura de los retos y los nuevos enfoques con los que se debe ver y abordar el tema de la cultura material y el Parimonio arqueológico y cultural.


En cuanto a Maribel, Concuerdo con Dante en que no son radicales (ultimamente este termino esta siendo usado como sinónimo de extremista y con un sentido muy desvirtuado), aunque si lo fueran, depende del contexto en el que sean aplicadas. para el caso actual, creo que es simplemente definir mejor las reglas del juego, donde se respeten los derechos de todos y se ponderen adecuadamente atribuciones y responsabilidades. El asunto de las Direcciones de Proyecto y sus responsabilidades han sido deficientemente planteadas y peor supervisadas, motivo por el cual se ha dado desviaciones muy graves, como los casos de las universidades de Pennsylvania, Harvard, Pittsburg e incluso Chicago, cuyos resultados se los puede rastrear en la historia de la arqueología Boliviana de finales de siglo pasado y principios de este.

Dante Angelo: Querida Sonia, permiteme señalarte algo que veo como una profunda contradiccion en tus comentarios. En tu primer post, vos decias: "No estoy de acuerdo, en Bolivia practicamente no hay arqueologia, yo dudo de todo, hasta de las pocas dataciones que se han hecho en sitios de importancia como Tiwanaku". Creo que el pensar en la universidad como una alternativa es poco o nada consistente.Coincidiendo parcialmente con tu esceptica perspectiva, yo dudo de la universidad y, lamentablemente, pienso que no es un polo de nada ahora... (escasa actualizacion de su planta docente, escasisimas publicaciones reconocidas en la academia, casi inexistente investigacion debido a limitados recursos humanos y economicos, ausencia de laboratorios, etc.) Que tendria que y podria serlo, si - no cabe duda - pero creo que en el momento a esa institución le faltan aún muchas cosas.

Sonia Avilés: No hay ninguna contradiccion: los pocos datos que tenemos son totalmente discutibles, o tu te sientes satisfecha con el concepto cultura Mollo por ejemplo? Por otro lado si no reforzamos el academisismo no hemos resuelto nada, se pasa del sarten al fuego.

Dante Angelo: Simplemente quiero decirte que me parece que estas confundiendo algunas cosas: 1. creo que los problemas y limitaciones interpretativas de nuestra historia cultural (Mollo o no Mollo, Pacajes o no Pacajes, etc. etc.) no tiene nada que ver con hayan o no escuelas de campo, 2. estoy convencido de que el tratamiento de los problemas de la disciplina exceden lo estrictamente academico, y 3. una de las formas de superar estas falencias es pensar en promover politicas de investigacion serias (algo que hace falta para normar las escuelas de campo y otros), lo cual -entre otras cosas- implica que debemos ser nosotros mismos los que empecemos a dar soluciones a los problemas y no asumir actitudes de dependencia


www.anthropology.hawaii.edu/Fieldschools/Obrajes/index.html

http://www.ga.lsu.edu/chicoine-caylan/caylanfieldschool.html>]http://www.ga.lsu.edu/chicoine-caylan/caylanfieldschool.html) and